martes, 14 de junio de 2011

Conozcamonos un poco I

No estaría mal que contara aquí unas pocas de mis neuras y rarezas, no?. Prometo que no todas ellas vienen de la oposición, hay muchas que me acompañan desde siempre (o al menos desde que recuerdo). No voy a enumerarlas todas, que eso me llevaría el día, y las causas de extinción de las obligaciones me miran con reproche desde el atril. Así que sólo unas pocas, para ir abriendo boca:

- No llevo nunca reloj. No me siento cómoda con el, no estoy acostumbrada. Y eso que me han regalado algunos muy bonitos, pero ahí están, criando polvo. Si tengo que mirar la hora, la miro en el móvil.

- Sorprendentemente, y a pesar de lo del reloj, soy enfermizamente puntual. Siempre calculo el tiempo en arreglarme, llegar al sitio etc, con minuciosa previsión de cualquier imprevisto que me pueda encontrar. Prefiero esperar a que me esperen, aunque esperar también me pone de los nervios.

- La regla anterior tiene una sola excepción: siempre llego al preparador con unos 5 minutos de retraso. Da igual lo que intente, a la hora que salga de casa, etc, que nunca consigo llegar puntual.

- Siempre me como la comida en espiral. Es decir, que empiezo por un borde y voy dandole la vuelta hasta que lo último que queda es el bocado central. Obviamente hay ciertos platos en que esto es imposible, como la pizza (aunque sí la calzone). Se debe a que habitualmente el bocado central es el más jugoso y el que reune la mayor proporcion de ingredientes.

- Odio que la gente me pida un poco cuando estoy llegando al bocado central. Antes me da igual.

- Cuando voy a viajar (tren, autobus, avion) compruebo una media de 10 veces que llevo el billete o el localizador en su caso. Y antes de salir compruebo otras tantas veces que llevo móvil, llaves, dni. etc


Basta por hoy.

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